Pequeños cambios en la forma de gastar y planificar pueden marcar una gran diferencia en el largo plazo. Distinguir entre necesidades y deseos, planificar un presupuesto semanal y usar responsablemente la tarjeta de crédito son algunas de las claves para evitar deudas y ganar tranquilidad.
Octubre es el Mes de la Educación Financiera y, más allá de cifras y grandes planes, la mejor manera de ponerlo en práctica es con hábitos simples y concretos que todos pueden incorporar en su día a día. Así lo destaca Ricardo Ibáñez, abogado y fundador de DefensaDeudores.cl, quien recalca que “el orden financiero no se trata de grandes sacrificios, sino de decisiones pequeñas y constantes que, con el tiempo, marcan una gran diferencia”.
Uno de los primeros pasos, según Ibáñez, es distinguir entre necesidades y deseos antes de gastar. “Muchas veces compramos por impulso, sin preguntarnos si lo que adquirimos es realmente indispensable. Esa diferencia puede ser clave para evitar deudas innecesarias”, advierte.
Otro hábito fundamental es llevar un presupuesto semanal en lugar de mensual. Dedicar solo 15 minutos cada semana para revisar ingresos y gastos puede ayudar a corregir a tiempo y anticiparse a problemas. “Además, ahí aparecen los llamados gastos hormiga: pequeños desembolsos que parecen irrelevantes, pero que en conjunto afectan seriamente el bolsillo”, explica el abogado.
La tarjeta de crédito también merece especial atención. Ibáñez insiste en que debe usarse como medio de pago y no como una extensión del ingreso mensual: “Si el gasto que hacemos con la tarjeta no puede ser pagado en su totalidad al mes siguiente, estamos entrando en una dinámica peligrosa de intereses que se acumulan silenciosamente. Lo recomendable es siempre cancelar el estado de cuenta completo y no caer en el pago mínimo”.
Finalmente, Ibáñez plantea que la deuda no es solo un tema matemático, sino también emocional. Por eso, sugiere definir un ‘tope emocional’ de endeudamiento. “Si un gasto te quita el sueño, probablemente no deberías hacerlo. La tranquilidad financiera es tan importante como la capacidad de pago”, señala.
En esa misma línea, recuerda que hoy existen múltiples herramientas gratuitas de educación financiera disponibles en bancos, SERNAC, aplicaciones móviles y diversas organizaciones. “Informarse es el primer paso para tomar decisiones más responsables y vivir con menos estrés financiero”, concluye.