La cuenta regresiva para la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES) ya comenzó (del 1 al 3 de diciembre de 2025) . Y aunque muchos jóvenes tienen claro qué estudiar, otros siguen atrapados en la indecisión vocacional.
Según el Ministerio de Educación, uno de cada tres estudiantes abandona o cambia de carrera durante el primer año universitario, lo que revela que muchas decisiones se toman sin suficiente información ni reflexión. Además, un estudio de la plataforma Mindy mostró que el 75,3% de los estudiantes teme que un mal puntaje en la PAES defina su futuro, y el 67,8% siente una fuerte presión familiar.
En este contexto, Erick Cortés, orientador vocacional y psicólogo de la Dirección de Admisión y Difusión de la Universidad Andrés Bello, entrega claves para enfrentar este proceso con mayor claridad y menos ansiedad.
¿Cómo elegir una carrera sin arrepentirse?
“Al elegir una carrera universitaria no basta con pensar en qué me dará más dinero o qué suena más prestigioso. Lo más importante es conocerte a ti mismo: tus intereses, tus habilidades reales y tus valores”, explica Cortés.
Los factores más valorados por los estudiantes chilenos al momento de elegir una institución de educación superior son la formación académica ofrecida, el arancel y el prestigio institucional, según un estudio realizado en el sur de Chile. Sin embargo, Cortés advierte que la vida profesional detrás de cada carrera también debe ser considerada: “No solo pienses en lo que se estudia, sino en cómo se trabaja en el día a día”, destaca.
¿Aún no estás listo para decidir?
“Una señal clara es la confusión constante: hoy dice que quiere Medicina, mañana Derecho, pasado Arquitectura, sin fundamentos claros”, señala el experto.
También es común que algunos jóvenes elijan por moda o presión social, sin investigar realmente qué implica cada carrera. El orientador vocacional de la UNAB recomienda observar si las motivaciones son superficiales y si el estudiante no ha investigado lo suficiente. En esos casos, tomarse más tiempo puede ser la mejor decisión.
“Los tests vocacionales son útiles, siempre que sean serios y aplicados con orientación profesional”, indica Cortés.
Además, sugiere explorar intereses a través de talleres, ferias universitarias, cursos cortos o voluntariados. “Hablar con profesionales de áreas que llaman la atención también puede ser revelador. No es lo mismo imaginar Biología Marina que escuchar a una bióloga contar su día a día”, agrega.
Sin estar 100% seguro
“No es bueno lanzarse a una carrera solo por presión o miedo a quedarse atrás. Estudiar algo que no te convence puede llevar a frustración, abandono y pérdida de tiempo y dinero”, advierte Erick Cortés.
Asimismo, el psicólogo comparte dos casos reales: “María Luisa, quien postuló a Enfermería con muchas dudas e igualmente ingresó a esa carrera, pero descubrió su real vocación en el primer año de Enfermería y se cambió de carrera; y Carlos, por otro lado, decidió esperar, explorar y terminó estudiando Ingeniería en Informática, convencido de su elección y se quedó feliz en esa carrera”, detalla.
Y la presión familiar…
“La presión social y familiar influye mucho. A veces los jóvenes sienten que deben cumplir expectativas ajenas”, dice Cortés.
El consejo es claro: escuchar, pero no obedecer ciegamente. “Tener argumentos sólidos y conversar abiertamente con la familia puede ayudar a defender la elección. La carrera la estudias y la vives tú, no los demás”, concluye el experto de la U. Andrés Bello.
Historias como la de Claudia, que entró a Derecho por presión familiar y terminó cambiándose a Diseño, o la de Samuel, que eligió Ingeniería en Alimentos pese a la oposición de sus padres, muestran que seguir la vocación propia es clave para el bienestar y el éxito profesional.