Por Cristian Harnisch, gerente general de Foco en Obra
No hay duda, Lean Construction representa una revolución metodológica para el sector de la construcción. Esto porque aporta herramientas y principios que permiten maximizar el valor entregado al cliente mientras se minimizan desperdicios y costos.
Y aunque su implementación requiere un cambio cultural profundo, sus beneficios son significativos: mayor productividad, mejor calidad, reducción de plazos y costos, y aumento de la satisfacción del cliente.
Así, para un sector tradicionalmente resistente al cambio, adoptar esta filosofía puede marcar la diferencia entre empresas que prosperan y aquellas que quedan rezagadas.
En ese marco, implementar Lean Construction requiere un enfoque sistemático y gradual que incluya un diagnóstico y evaluación inicial para comprender el estado actual de los procesos, identificar las áreas de mejora y los desperdicios predominantes.
Ahora bien, el gran desafío está en poner en práctica esta filosofía, que, a pesar de sus beneficios conocidos, vemos cómo solo unos pocos están dispuestos a aceptar el reto con compromiso y seriedad. En lo concreto, aplicar herramientas como el Plan Maestro, diseñado con un enfoque rítmico, o la aplicación del Last Planner, como una práctica que apunta a hacer partícipe a todo el equipo de obra en las tareas semanales, pone relevancia en un levantamiento a tiempo de las restricciones.
Todas estas herramientas que aporta el Lean Construction generan grandes beneficios que, para quienes ya los evidencian, aplican los conceptos de mejora continua para optimizar aún más sus resultados.
Sin duda, una recomendación es aplicar esta filosofía primero en un proyecto piloto, que ayude a entender las barreras culturales, técnicas y errores para poder apostar a definir un proceso Lean adaptado a la realidad de cada empresa. Una vez que los proyectos piloto demuestran éxito, es vital expandir la aplicación de Lean Construction a otros proyectos y a toda la organización; mantener el impulso fomentando la participación de todos en la identificación de oportunidades de mejora y la implementación de soluciones.
La transición hacia Lean Construction no es inmediata, sino un proceso gradual que requiere compromiso, formación continua y persistencia. Sin embargo, las organizaciones que logran integrar estos principios en su ADN obtienen una ventaja competitiva sostenible en el mercado actual, cada vez más exigente y dinámico.