En un mundo cada vez más interconectado, la capacidad de los niños para adaptarse y aprender en sus primeros años es notable, el aprendizaje del idioma inglés no es la excepción. Iniciarlo desde los 2 años será una herramienta académica, pero también fomenta un desarrollo integral en los pequeños de manera sorprendente.
Catherine León, experta en educación infantil y responsable de Early Years del Colegio Pedro de Valdivia de Las Condes, enfatiza: «La educación temprana, especialmente el aprendizaje del inglés, tiene un impacto significativo en el desarrollo cognitivo y emocional de los niños. En esta primera etapa, el cerebro de los pequeños es extremadamente receptivo y capaz de absorber información con facilidad. Iniciar su aprendizaje en un ambiente bilingüe les brinda ventajas que serán cruciales a lo largo de su vida».
Los beneficios del aprendizaje del inglés desde una edad temprana son varios; en primer lugar, permite a los niños desarrollar habilidades lingüísticas que son claves para su futuro académico. Al aprender un segundo idioma, no sólo mejoran su vocabulario y gramática, sino que también potencian su capacidad para resolver problemas y pensar críticamente. Además, el aprendizaje de un nuevo idioma fomenta la curiosidad y creatividad, fundamentales en su crecimiento personal.
En esta etapa formativa, es vital que las actividades sean atractivas y estén adaptadas a su desarrollo. Metodologías activas e interactivas no solo estimulan el aprendizaje del idioma, sino que también trabajan en el desarrollo socioafectivo, la socialización y las habilidades motoras, creando un entorno seguro y estimulante.
León comparte, «es importante recordar que la escolarización temprana puede desencadenar un desarrollo potencial inmenso. No se trata sólo de introducir a los niños en el ámbito académico, sino de facilitar experiencias significativas que enriquezcan su comprensión del mundo. La integración en un entorno bilingüe desde tan pequeños les permite conocer otras culturas y perspectivas, lo cual resulta ser invaluable».
Además, los educadores señalan que el aprendizaje del inglés desde una edad temprana puede fortalecer la autoestima de los niños, al visibilizar su capacidad de comunicación en dos idiomas y fomentar habilidades interpersonales. Este enfoque también potencia el trabajo en equipo y la empatía hacia otros, creando un ambiente propicio para su crecimiento como individuos resilientes y abiertos al aprendizaje continuo.
“En conclusión, fomentar el aprendizaje del inglés desde los 2 años es viable y altamente recomendable. Es una oportunidad para preparar a nuestros niños para un futuro lleno de posibilidades. Los padres y tutores son alentados a considerar programas educativos que ofrezcan un enfoque bilingüe y actividades diseñadas para estimular el desarrollo integral de sus hijos”, finaliza Catherine León, Educadora de Párvulos UC y Master PE Western University CA