Cada 9 y 10 de julio, Chile recuerda con respeto y admiración la Batalla de La Concepción 1882, uno de los episodios más simbólicos de la Guerra del Pacífico y del heroísmo militar chileno.
En esta fecha, se rinde homenaje a Ignacio Carrera Pinto y los 77 soldados del Regimiento 6° de Línea que resistieron hasta la muerte en el pueblo peruano de La Concepción, dejando una huella imborrable en la historia nacional.
Raúl La Torre, Coordinador de Extensión Cultural de la Universidad de los Andes (UANDES), destaca que la figura Pinto “representa un modelo de virtudes militares y patrióticas. Su entrega total ha sido clave en la construcción del imaginario nacional chileno”.
Nieto del prócer José Miguel Carrera, Carrera Pinto lideró una pequeña guarnición compuesta principalmente por jóvenes, muchos recién egresados de la Escuela Militar, que enfrentaron durante más de un día los ataques de una fuerza peruana ampliamente superior en número. Sin posibilidad de rendirse ni recibir apoyo, los 77 chilenos lucharon hasta el final. La batalla, aunque no decisiva estratégicamente, se transformó en un poderoso símbolo de lealtad, disciplina y sacrificio por la patria.
“La Concepción no fue solo un hecho militar, fue una lección moral sobre el compromiso con el deber. El acto de no rendirse en condiciones extremas convirtió a estos jóvenes en un símbolo eterno del espíritu patriótico chileno”, afirma La Torre.
El legado de Ignacio Carrera Pinto ha perdurado por generaciones. Su imagen está presente no solo en los libros de historia y actos conmemorativos, sino también en la vida cotidiana: su rostro figura en el billete de mil pesos chilenos, recordando a diario a millones de personas el valor de sus acciones.
“Carrera Pinto integra el panteón de los grandes héroes nacionales junto a Arturo Prat y Manuel Baquedano. Su historia, marcada por el coraje y el deber, sigue siendo ejemplo para las nuevas generaciones”, concluye el historiador.