En el contexto actual, las Universidades Estatales enfrentan desafíos sin precedentes derivados de la crisis económica global y de la acelerada transformación tecnológica. Estos factores impactan directamente a nuestras instituciones, lo cual se ha visto reflejado en una progresiva reducción de recursos públicos y una creciente dependencia de fuentes externas. Esto se contrapone a la necesidad de que las universidades asuman un rol protagónico en el desarrollo y adaptación de tecnologías que respondan a las demandas estratégicas del país.
Ante este escenario, invertir en investigación aplicada, innovación y transferencia de conocimientos es clave para fortalecer nuestras instituciones, responder a los desafíos emergentes, contribuir activamente al desarrollo sostenible y en el bienestar social; en otras palabras, es una necesidad estratégica para el país.
La innovación impulsada desde las universidades públicas es fundamental para el desarrollo económico, social y ambiental. Nos permite generar soluciones con pertinencia territorial y nacional, impulsa la diversificación productiva, mejora la eficiencia en el uso de recursos naturales y promueve la equidad territorial. Además, fortalece la formación de capital humano avanzado, potencia la colaboración público-privada y estimula el emprendimiento. En suma, constituye una herramienta esencial para una nación que busca el desarrollo sostenible.
No obstante, persiste una profunda incertidumbre respecto al financiamiento estructural de estas capacidades. El modelo actual, basado en subsidios y fondos concursables por proyecto, no permite dar continuidad ni sostenibilidad a las iniciativas de innovación y transferencia de conocimientos. A ello se suma la falta de incentivos adecuados y las barreras burocráticas internas que dificultan la consolidación de capacidades y la proyección de los avances logrados. Por ello, es fundamental revisar y fortalecer los mecanismos de financiamiento, para garantizar la estabilidad y el crecimiento de la innovación en nuestras universidades.
En este sentido, valoramos el Programa de Financiamiento Estructural I+D+i Universitario (FIU), impulsado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, como parte del compromiso del Presidente Gabriel Boric con las universidades del país. Este programa podría representar un avance significativo hacia un fondo basal para sostener ecosistemas de innovación robustos y articulados. Sin embargo, los recientes cambios en los mecanismos de financiamiento amenazan con limitar nuestras posibilidades de impulsar particularmente la innovación, poniendo en riesgo logros que han requerido años de trabajo, inversión pública y articulación institucional.
Como Red de Innovación, reafirmamos el compromiso de nuestras instituciones estatales con el bienestar del país y de sus regiones. Asimismo, queremos subrayar la diferencia fundamental e identitaria que distingue a las universidades estatales respecto a otras instituciones, específicamente nuestro compromiso con los desafíos públicos, reducción de brechas, promoción de la justicia social y ambiental, y la contribución activa al desarrollo sustentable de Chile. Fortalecer nuestras capacidades es esencial para evitar la fuga de talento y conocimiento hacia el sector privado, y para asegurar que las Universidades Públicas logren liderar la innovación con impacto social y territorial. Los avances logrados no pueden perderse por falta de recursos ni desarticularse por cambios o reducción en el financiamiento. Como universidades estatales, asumimos la responsabilidad de llegar a donde el mercado no llega y de construir, con visión pública, un futuro inclusivo y sostenible para todas y todos.
Esta declaración reafirma el compromiso de la Red de Innovación del CUECH con el desarrollo científico, tecnológico y social del país, y hace un llamado urgente a fortalecer el financiamiento y la gestión de la innovación para y por nuestras universidades estatales.
Red de Innovación
Consorcio de Universidades del Estado de Chile CUECH