- Durante las vacaciones, la carencia de actividades recreativas adaptadas genera desafíos significativos para sus familias, afectando el bienestar y desarrollo de los niños y niñas.
Las vacaciones escolares, esperadas con ansias por muchos, representan un período de desafíos para las familias de niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA) en Chile. La interrupción de la rutina escolar y la escasez de actividades recreativas inclusivas dificultan la planificación de un verano adecuado para ellos.
Según datos del Ministerio de Educación, en 2022 y 2023 se registraron 46.798 estudiantes con diagnóstico de TEA en el sistema educativo chileno, de los cuales 42.945 asisten a escuelas regulares con programas de integración, 2.286 a escuelas especiales de discapacidad y 1.567 a jardines JUNJI.
Gabriel Valenzuela, director ejecutivo de la Fundación Felipe Camiroaga, cuya labor se enfoca en otorgar apoyos a niños con TEA: «La falta de espacios recreativos adaptados y personal capacitado limita las opciones para que disfruten de sus vacaciones de manera segura y enriquecedora».
Expertos recomiendan a las familias planificar con anticipación, incorporando actividades que consideren las necesidades sensoriales y de estructura de los niños con TEA. Por ejemplo, la natación es una actividad beneficiosa, ya que el agua tiene un efecto calmante y puede mejorar la coordinación motora.
Además, es aconsejable mantener ciertas rutinas y utilizar apoyos visuales para anticipar las actividades que desarrollarán en los días siguientes, lo que ayuda a reducir la ansiedad y facilita la adaptación a nuevos entornos.
La Ley N°21.545, promulgada en 2023, busca promover la inclusión y protección de los derechos de las personas con TEA en ámbitos sociales, de salud y educación. Sin embargo, aún persisten desafíos en la implementación de espacios recreativos inclusivos durante el período estival.
«Es imperativo que tanto el sector público como el privado trabajen en conjunto para desarrollar programas y espacios que permitan a los niños y niñas con TEA disfrutar de sus vacaciones, garantizando su derecho al ocio y esparcimiento», enfatiza Valenzuela.
La creación de más iniciativas inclusivas y la capacitación de profesionales en el área son pasos fundamentales para asegurar que las vacaciones sean una experiencia positiva para todos los niños, independientemente de sus necesidades específicas.
Equipo Prensa
Portal Educa