La Asociación de Educadores de Chile (Aseduch), que reúne a docentes y asistentes de la educación de todo el país, expresó su profunda preocupación por el alarmante aumento del ausentismo escolar en el país, que afectaría a casi 850 mil niños, lo que representa el 28,1% de la matrícula nacional, según datos recientes del informe de Acción Educar.
Este fenómeno ha experimentado un aumento del 37,3% en comparación con los niveles previos a la pandemia, lo que pone en evidencia la urgencia de tomar medidas inmediatas para evitar el daño irreversible en el desarrollo académico y emocional de los estudiantes.
«La educación es un derecho fundamental y su garantía no solo depende de la calidad de los contenidos que los docentes desarrollan en el aula, sino también de la presencia continua de los estudiantes en ella. No podemos permitir que casi un tercio de nuestros niños no asista regularmente al colegio. Este ausentismo es un llamado de atención sobre la necesidad urgente de revisar los enfoques y políticas que hoy día se están aplicando desde el Mineduc y los establecimientos.», indicó José Luis Velasco, presidente de Aseduch.
El impacto del ausentismo no solo afecta el rendimiento académico de los estudiantes, sino que también tiene consecuencias graves en su desarrollo emocional y psicosocial. La falta de continuidad educativa expone a los menores a riesgos como el abandono social y la delincuencia. James Tucker, miembro del Directorio de Aseduch, señala que «si un niño no está en la escuela, no está aprendiendo, y en muchos casos está siendo dejado atrás, tanto académica como socialmente. Esto puede tener efectos devastadores para su futuro.»
La responsabilidad de abordar esta problemática recae en múltiples actores. Según el profesor Velasco «los padres juegan un rol fundamental al establecer hábitos de asistencia, involucrarse en el proceso educativo y comprender la importancia de la presencia de sus hijos en la escuela.» Sin embargo, los docentes y directivos también tienen un papel crucial en la lucha contra el ausentismo. Es esencial que ofrezcan clases desafiantes, implementen programas de recompensa para los estudiantes que asisten regularmente y proporcionen apoyo emocional a aquellos que lo necesiten.
Tucker también destacó que, «las autoridades no pueden seguir tomando decisiones que agraven la situación, como la suspensión frecuente de clases o la práctica de citar a los estudiantes a las 8:00 AM solo para tomarlos presentes y luego enviarlos a casa, como se ha denunciado en el Instituto Nacional. Este tipo de medidas no sólo son perjudiciales para el aprendizaje, sino que envían un mensaje erróneo a las familias y estudiantes.»
La Asociación de Educadores de Chile hace un llamado urgente a las autoridades del Ministerio de Educación y a los sostenedores de establecimientos educacionales, para que en el año escolar 2025 implementen políticas públicas que promuevan la presencialidad constante en las aulas, que respeten los derechos de los estudiantes y que consideren las dificultades que enfrentan las familias para garantizar la asistencia escolar. La colaboración de todos los actores involucrados es esencial para revertir esta crisis y asegurar un futuro académico y social más equitativo para todos los niños del país.
Equipo Prensa
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