Las vacaciones de verano son una excelente oportunidad para disfrutar con los niños, pero para aquellos que deben seguir trabajando durante esta época, encontrar un balance puede ser complicado.
Santiago, diciembre de 2024 – Las vacaciones de verano son sinónimo de descanso y diversión para los niños, pero para miles de familias chilenas representan un reto importante: ¿quién cuidará a los menores mientras los adultos trabajan? En Chile, muchas familias dependen de ingresos de ambos padres, lo que hace que el cuidado infantil durante el verano sea una prioridad. Esta necesidad es aún más evidente en los hogares monoparentales, que han aumentado en los últimos años, según el Censo 2017, lo que refleja cambios en las dinámicas familiares.
Durante el verano, garantizar que los niños cuenten con actividades que promuevan su desarrollo y aprendizaje mientras sus padres trabajan es un desafío para muchas familias chilenas. Los programas de verano juegan un rol esencial para cerrar esta brecha y contribuir al bienestar familiar.
“Es fundamental que las actividades de verano entretengan a la vez que aporten al aprendizaje y al desarrollo de habilidades sociales de los niños”, comenta Soledad Guzmán, Directora Académica del Colegio Seminario Menor de las Condes. “En nuestra experiencia, ofrecer espacios donde los niños puedan explorar su creatividad y fortalecer valores como la colaboración y el respeto hace una gran diferencia en su desarrollo.”
En una era donde las pantallas y la tecnología dominan gran parte del tiempo libre de los niños, los expertos hacen un llamado a equilibrar el uso de dispositivos con actividades que fomenten la interacción personal y el movimiento físico. Estudios internacionales han observado un incremento del tiempo frente a pantallas, particularmente tras la pandemia, lo que refuerza la necesidad de desarrollar hábitos saludables que limiten su uso, especialmente en períodos como las vacaciones escolares.
“Es natural que la tecnología sea una parte importante de sus vidas, pero el verano es una oportunidad para promover actividades al aire libre y experiencias que les permitan desconectarse del entorno digital. Esto es beneficioso para su salud física y también para su bienestar emocional”, comentó Guzmán.
A lo largo del país, diferentes organizaciones han lanzado propuestas para las familias. Muchas de estas incluyen talleres en áreas como tecnología, deportes, música y ciencias, adaptados a las distintas edades. En Santiago, por ejemplo, diversas comunas han implementado programas municipales de verano que incluyen actividades gratuitas o a bajo costo, buscando llegar a familias de diversos contextos socioeconómicos.
Además, los expertos enfatizan la importancia de que los padres consideren la seguridad y la calidad de los programas a los que inscriben a sus hijos. “Es crucial elegir opciones con profesionales capacitados, instalaciones adecuadas y un enfoque que priorice tanto la diversión como el aprendizaje”, añade Guzmán.
Estas iniciativas pueden contribuir al desarrollo integral de los niños, al proporcionar espacios seguros y actividades que fomentan la creatividad, el deporte y el aprendizaje.
Además, durante las vacaciones de verano, las actividades en familia son una excelente manera de fortalecer los lazos, promover el bienestar y disfrutar de tiempo juntos. Aparte de los programas municipales y privados, existen diversas opciones que las familias pueden explorar para mantener a los niños entretenidos mientras comparten experiencias valiosas. Algunas ideas incluyen:
Excursiones al aire libre: Visitar parques nacionales, o senderos naturales. Las caminatas, paseos en bicicleta o actividades como el senderismo son ideales para disfrutar de la naturaleza y pasar tiempo de calidad al aire libre.
Días de deportes familiares: Organizar competencias deportivas en el parque o en la playa, como partidos de fútbol, voleibol o carreras de obstáculos. Estos momentos promueven la actividad física y el trabajo en equipo.
Talleres creativos en casa: Realizar actividades de arte y manualidades, como pintar, hacer esculturas con arcilla o construir proyectos reciclados. Además de ser divertidas, estas actividades fomentan la creatividad y la cooperación familiar.
Cocinar juntos: Involucrar a los niños en la cocina preparando recetas sencillas como pizzas, galletas o helados caseros. Esta actividad es divertida, enseña habilidades prácticas y promueve la colaboración.
Juegos de mesa y actividades de interior: En los días más calurosos disfrutar de juegos de mesa, puzzles o actividades de lectura en familia. Estos juegos favorecen el trabajo en equipo y el desarrollo cognitivo de los niños.
Visitas a museos o actividades culturales: Asistir a museos, exposiciones de arte o espectáculos familiares puede ser una excelente manera de aprender y divertirse juntos, estimulando la curiosidad y el interés por la cultura.
Noches de cine en casa: Organizar una noche de cine con palomitas, eligiendo películas familiares o de animación para disfrutar juntos. A menudo, este tipo de actividad fomenta la unión familiar y ofrece momentos de relax.
Al final, lo importante es elegir actividades que se adapten a los intereses y las edades de los niños, promoviendo un ambiente de diversión y aprendizaje conjunto.
Acerca de SPM
Fundado hace 63 años, el Colegio Seminario Pontificio Menor (SPM) es un colegio de la Iglesia de Santiago ubicado en la comuna de Las Condes y es parte de la red de colegios del Arzobispado. Corresponde a una comunidad educativa que forma líderes, con sólida formación académica y valórica, capaces de responder a los desafíos actuales, para contribuir a la construcción de una sociedad más justa. Su proyecto educativo se ha caracterizado por buscar la igualdad de oportunidades en sus estudiantes, trabajando fuertemente la inclusión escolar.
Equipo Prensa
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