De acuerdo con un informe de la OCDE, un 30,7% de la población en Chile padece obesidad, situando al país cuarto lugar dentro del bloque de países que lideran esta patología, solo detrás de México, Estados Unidos y Nueva Zelanda. Además, muestra un empeoramiento respecto del último balance publicado en 2023, cuando la cifra era del 26,4%.
Al mismo tiempo, UNICEF afirma que el panorama en la infancia es preocupante: el 27% de los niños, niñas y adolescentes en Chile vive con obesidad. A esto se suman los datos del Mapa Nutricional de la Junaeb, que muestran un alza en la malnutrición por exceso entre 2023 y 2024, pasando del 50% al 50,9%.
En ese contexto, el despacho de la nueva ley que fomenta, con 60 minutos diarios, la práctica regular de actividad física y deporte en todos los establecimientos educacionales del país, se transformó en un hito durante octubre que permitirá ampliar la promoción del bienestar infantil y juvenil, y eventualmente ayudar a reducir los alarmantes índices de obesidad infantil en nuestro país.
Ante este nuevo escenario, el Comité de Pediatría Social de la Sociedad Chilena de Pediatría (SOCHIPE) y la Sociedad Chilena de Enfermería en Salud Escolar (SOCHIESE) se unieron para hacer un llamado urgente a fortalecer los equipos profesionales en las comunidades escolares, con el fin de que la nueva normativa pueda implementarse de manera efectiva y transformarse en un motor de cambio real en la salud de niños, niñas y adolescentes.
Las sociedades científicas se encuentran desarrollando proyectos piloto de salud escolar en Calama, Región de Antofagasta, basado en dos estrategias principales: implementar servicios de salud escolar en los colegios, a cargo de enfermeras, e iniciar de forma progresiva el aumento de las horas curriculares de actividad física y deporte.
“Estar más activos físicamente y al aire libre va a significar una mejor salud y mayores posibilidades de aprender. Como consecuencia, vamos a tener generaciones con menos obesidad, más bienestar, menos estrés e incluso con más vida social”, afirma el Dr. Andrés Muñoz, presidente del Comité de Pediatría Social de SOCHIPE. El especialista advirtió además que la salud mental de los escolares se ha visto profundamente afectada, con un aumento de los casos de ansiedad y depresión, muchas veces relacionados con el sedentarismo, la obesidad y el uso excesivo de la tecnología.
Ante esta realidad, SOCHIPE y SOCHIESE recomiendan incorporar activamente a las enfermeras en las comunidades educativas, de modo que puedan liderar acciones de prevención y educación en salud, crear entornos escolares saludables y promover la investigación para evaluar el impacto sanitario de estas estrategias.
“Este modelo ya ha sido implementado y probado a nivel internacional a través de los servicios de salud escolar liderados por enfermeras. Lamentablemente, en Chile solo algunos colegios, especialmente privados y urbanos, han incorporado a enfermeras como parte del equipo de apoyo a la docencia, lo que refleja una brecha significativa en el acceso a estos servicios en la educación pública”, advierte Nuri Sadá, presidenta de la Sociedad Chilena de Enfermería en Salud Escolar.
Tras la histórica aprobación de la Ley de los 60 minutos diarios de actividad física, ambas organizaciones insisten en que el país debe avanzar hacia un nuevo paradigma de salud escolar, integral y preventiva, que permita reducir los altos índices de obesidad y promover estilos de vida activos y saludables desde la infancia.





















