En un movimiento audaz, el gobierno peruano dio un paso crucial al promulgar la Ley 31900, que integra la educación financiera, tributaria, contable, económica y los derechos del consumidor en el currículo nacional de la educación básica. De esa manera actualiza los contenidos que se imparten a los estudiantes, tal como ocurre en numerosos países y algunos estados de Estados Unidos, donde la educación financiera es obligatoria en la educación pública.
La OCDE a través de la International Network of Financial Education (INFE) ha avanzado, buscando estandarizar estrategias, evaluaciones y llevar monitoreo de avances en estos temas. Es así como países como Perú, el mismo Estados Unidos, Canadá y Japón ya cuentan con sistemas de medición de desconocimiento financiero.
Con el objetivo de no quedarse atrás en estos temas, en Chile se han desarrollado varias iniciativas tanto públicas como privadas. Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer. Es por eso que el fundador y director de la empresa Finpartner, Javier Plá, presenta 5 beneficios de incluir en los currículos de educación primaria y secundaria temas relacionados con la educación financiera.
Desarrollo de habilidades de toma de decisiones
El ingeniero comercial destaca que la inclusión de la educación financiera en las aulas chilenas puede ofrecer a los estudiantes una valiosa oportunidad para desarrollar habilidades de toma de decisiones informadas. “Para mejorar el comportamiento financiero de las personas primero hay aprender a establecer metas financieras, presupuestar y tomar decisiones de gasto, ahorro e inversión”. Agrega que somos iletrados en temas financieros, no sólo a nivel de educación primaria sino también secundaria, y esto se repite en el mundo.
Concientización sobre la importancia del ahorro e inversiones
Plá agrega que inculcar el hábito del ahorro desde una edad temprana es clave para construir un futuro financiero sólido. Asegura que la educación financiera puede enseñar a los escolares chilenos la importancia de ahorrar, ya sea para metas a corto plazo o para eventos futuros, fomentando así una mentalidad de planificación y previsión.
Comprensión de las deudas y el mundo financiero
“Las deudas hipotecarias, las tasas de interés de las tarjetas y de créditos de consumo son parte de nuestro día a día,”, destaca el fundador de Finpartner. Explica que, si bien el Servicio Nacional del Consumidor (SERNAC) se preocupa de defender a los consumidores, es necesario que las personas tengan mayor conocimiento de estos temas, tarea que debe iniciarse en la etapa escolar. Añade que vivimos en un mundo interconectado y la educación financiera puede proporcionar a los alumnos una comprensión más profunda de cómo funcionan los mercados financieros, las inversiones y las fluctuaciones económicas.
Empoderamiento sobre ética y responsabilidad financiera
“La educación financiera no solo se trata de números, sino también de valores. Enseñar a los escolares chilenos sobre la ética financiera y los derechos del consumidor los empodera para tomar decisiones responsables y éticas en el ámbito financiero”, asegura.
Prepara para el mundo laboral
“Integrar conceptos de educación financiera, tributaria y contable en el plan de estudios prepara a los estudiantes para el mundo laboral”, señala Plá. Agrega que comprender cómo funcionan los impuestos, negociar un sueldo, cómo planificar para el retiro y presupuestar el gasto, ahorro, e inversión mensual o anual, son habilidades esenciales que les serán útiles a lo largo de sus vidas y, en el agregado, para el bienestar del país.
“Según una investigación de Verónica Frisancho para el Banco Interamericano de Desarrollo en que estudió el caso peruano, la educación financiera no sólo tiene efectos futuros. De acuerdo a su estudio, en grupos de menores ingresos se produjo un traslado de educación entre hijas y padres, en que los padres mejoraron su riesgo de default (cese de pago de sus obligaciones) en 26% y su score de crédito en 6.7%, con lo que pudieron acceder a mejores productos financieros”, explica.
El director de Finpartner señala que para tener un bienestar financiero es necesario un buen comportamiento financiero y eso se logra, además de factores socioeconómicos y demográficos, con educación financiera. Agrega que “al invertir en la educación financiera de nuestros escolares, estamos allanando el camino hacia un futuro económico sólido y empoderado para Chile y a una vida con menos sobresaltos”.
Equipo Prensa
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